La obesidad, que es el estado de sobrepeso , y la apnea del sueño son afecciones que pueden afectarse mutuamente. La apnea del sueño es una afección frecuente en la que la respiración se detiene y se reanuda muchas veces mientras se duerme. Esto puede impedir que el cuerpo reciba suficiente oxígeno. Uno de los principales factores que contribuyen a la apnea del sueño es la obesidad, pero la obesidad y la posterior diabetes mellitus tipo 2 (DMT2), hipercolesterolemia e hipertensión también pueden causar o empeorar la apnea del sueño. La obesidad puede empeorar la apnea del sueño existente o provocarla. Uno de los efectos negativos del exceso de peso en el organismo es que provoca trastornos del sueño. La apnea del sueño puede estar causada por la obesidad y este problema del sueño hace que las personas no duerman lo suficiente y de forma saludable. El equilibrio ponderal de las personas que no pueden dormir de forma saludable puede deteriorarse más rápidamente. En otras palabras, la apnea del sueño y la obesidad son enfermedades que pueden desencadenarse mutuamente.
Obesidad y apnea del sueño
Las investigaciones sobre la relación entre obesidad y apnea del sueño demuestran que los problemas de sueño aumentan el riesgo de obesidad. Se ha observado que las personas que duermen de forma inadecuada e insana ingieren más calorías y prefieren más alimentos poco saludables. El metabolismo de la glucosa puede verse alterado, el metabolismo y el equilibrio hormonal pueden verse alterados y las hormonas que dan la sensación de saciedad pueden disminuir. También se ha registrado en estudios que la hormona del hambre se segrega más en las personas que duermen mal y aumentan las comidas nocturnas. Además de todo esto, el tiempo dedicado a actividades deportivas por las personas con trastornos del sueño también es menor que el de otras personas. Desde otro punto de vista, se sabe que las personas con obesidad también tienen una calidad del sueño deteriorada y un mayor riesgo de apnea del sueño.
Los principales factores de riesgo prevenibles para reducir la obesidad son la concienciación sobre los cambios en el estilo de vida (conductas alimentarias, tabaquismo, consumo de alcohol, etc.) y la comprensión de la importancia del ejercicio. Si estos cambios en el estilo de vida se aplican de forma generalizada, no sólo se reducirán las consecuencias de la obesidad y la apnea del sueño, sino que también se reducirá en gran medida la incidencia de las enfermedades cardiovasculares. Necesitamos concienciarnos de la importancia de la pérdida de peso mediante cambios en el estilo de vida o cirugía bariátrica para mejorar la calidad de vida.
¿La obesidad provoca apnea del sueño?
Se sabe que algunas enfermedades provocan apnea del sueño. Una de estas enfermedades es la obesidad. La incidencia de la apnea del sueño es bastante alta entre las personas con problemas de sobrepeso. El problema de sobrepeso provoca un almacenamiento extra de grasa en el cuello y la nuca de la persona. Estas grasas, denominadas grasa faríngea, obstruyen las vías respiratorias superiores durante el sueño y perjudican la calidad del mismo. Esta es la razón por la que las personas con sobrepeso tienen más problemas de ronquidos. El ronquido es uno de los síntomas más comunes de la apnea del sueño. La presión sobre el paso del aire provoca una respiración ruidosa. La grasa alrededor del abdomen también ejerce presión sobre el pecho de la persona. Esta presión afecta negativamente a la capacidad pulmonar. Unos pulmones con una capacidad de aire reducida dificultan la respiración. Cuando una persona aumenta un 10% de su propio peso, el riesgo de desarrollar apnea del sueño se multiplica por 6.
¿Todas las personas con sobrepeso tienen apnea del sueño?
No todas las personas con sobrepeso padecen apnea del sueño. Estudios recientes demuestran que el índice de grasa en la región cervical de la persona y la incidencia de apnea del sueño son directamente proporcionales. Cuanta más grasa hay alrededor del cuello, más se estrechan las vías respiratorias durante el sueño y más difícil resulta respirar. El segundo problema de adiposidad que desencadena la apnea del sueño es la adiposidad interna del cuerpo. Cuanta más adiposidad haya en los órganos internos, más probabilidades habrá de padecer apnea del sueño.
¿Cómo debe comer una persona con apnea del sueño?
Las personas con apnea del sueño pueden tomar algunas medidas para comer de forma más sana y deshacerse del exceso de peso. Gracias a una dieta equilibrada y al ejercicio regular, la persona puede deshacerse del exceso de peso y aliviar los síntomas de la apnea del sueño. Incluir alimentos como nueces, linaza y pescado, que son fuentes de omega-3, puede reducir la inflamación y disminuir los efectos negativos de la apnea del sueño. Las personas con apnea del sueño deben consumir la menor cantidad posible de sal y azúcar, ya que estos alimentos pueden empeorar los problemas de sueño. Si el grado de obesidad de la persona es avanzado y la apnea del sueño acompaña a esta enfermedad, puede considerarse la cirugía de la obesidad como solución.
¿La cirugía de la obesidad trata la apnea del sueño?
La cirugía de la obesidad es una operación que cura más del 70% de los problemas de salud relacionados con la obesidad, incluida la apnea del sueño. Si los síntomas se deben al exceso de peso, la apnea del sueño puede mejorar como resultado de la cirugía y del proceso de pérdida de peso.