La vitamina C y los problemas de salud derivados de su carencia
La VITAMINA C, cuyo nombre químico es ácido ascórbico, es una vitamina hidrosoluble que protege la salud ósea, dental y vascular, proporciona resistencia a diversas enfermedades y ayuda a la utilización de algunos nutrientes en el organismo.
En los primeros siglos antes y después del descubrimiento de América, la enfermedad más común y más temida con la que se encontraban los marineros durante los largos viajes por mar era el "escorbuto", causado por la carencia de vitamina C. Esta enfermedad comenzaba con el sangrado de las encías y terminaba con la pérdida de dientes.
Los pimientos rojos y verdes, el brécol, las coles de Bruselas, la lombarda, la coliflor, los tomates, las naranjas, el kiwi, las fresas, las cerezas, la sandía y el melón son las mejores fuentes de vitamina C.
1 rodaja grande de melón: 59 mg (miligramos)
1 kiwi mediano 70 mg
1 naranja mediana 90 mg
1 vaso de zumo de tomate 33 mg.
1 vaso de zumo de naranja 97 mg
1 ración de brócoli cocido: 74 mg
1/2 ración (taza) de pimiento rojo crudo: 95 mg
1/2 ración (taza) de col lombarda: 40 mg
1/2 ración (taza) de pimiento verde 60 mg
1/2 ración (vaso) de fresas: 49 mg
1/2 ración (taza) de coles de Bruselas cocidas: 48 mg
La presencia de iones metálicos como el hierro y el cobre, el oxígeno, la luz, la trituración, el corte, el troceado, el lavado, la cocción o el enlatado provocan pérdidas significativas de vitamina C, la vitamina más sensible. Pueden producirse pérdidas significativas de vitamina C en frutas y verduras debido a estos procesos
Problemas de salud que puede causar la carencia de vitamina C
- Infección
- OBESIDAD
- Enfermedades cardiovasculares
- Cáncer
- Diabetes
- Enfermedades oculares
- Enfermedades neurodegenerativas y trastornos psiquiátricos
- Enfermedades óseas
- Enfermedades de la piel
- Enfermedades del aparato reproductor
- Vitamina C y obesidad
- La Organización Mundial de la Salud define la obesidad como una acumulación anormal o excesiva de grasa que supone un riesgo para la salud (OMS, 2020). La obesidad, que es un importante problema mundial, está asociada al estrés oxidativo.
Porque el exceso de grasa en los tejidos y el sobrepeso aumentan la producción de especies reactivas de oxígeno que contribuyen al origen y formación del estrés oxidativo. Se ha descubierto que la actividad antioxidante reduce las especies reactivas de oxígeno, que son consecuencia de la oxidación de los ácidos grasos libres.
Están surgiendo terapias basadas en antioxidantes contra las complicaciones de la acumulación de grasa acompañada de un aumento del estrés oxidativo sistémico. Los principales efectos beneficiosos de la suplementación con antioxidantes incluyen la eliminación de radicales libres, el control de la síntesis de óxido nítrico, la inhibición de la producción de especies reactivas del oxígeno y la regulación de las actividades de las enzimas antioxidantes.
En un estudio, cuando se administró vitamina C a ratas obesas, se observó un aumento de la glutatión peroxidasa en el hígado y la grasa parda, de la superóxido dismutasa en las células hepáticas y de las actividades enzimáticas de la catalasa en las células sanguíneas.
Se cree que la vitamina C protege contra el estrés oxidativo y la obesidad gracias a sus efectos positivos sobre la actividad de estas enzimas antioxidantes.
Se ha descubierto que la vitamina C, que funciona como un eliminador endógeno en condiciones de estrés oxidativo, regula la lipólisis de los adipocitos y la liberación de glucocorticoides de las glándulas suprarrenales, inhibe el metabolismo de la glucosa y la secreción de leptina en adipocitos aislados, y reduce la respuesta inflamatoria provocando una mejora de la hiperglucemia y una reducción de la glicolización en diabéticos obesos.
Se cree que todos estos mecanismos sobre la obesidad están relacionados con las propiedades antioxidantes de la vitamina C. El aumento del peso corporal con una ingesta energética elevada y un gasto energético bajo está especialmente asociado al tejido adiposo blanco.
El estrés oxidativo en las células adiposas blancas excesivamente aumentadas es un estímulo potencial para la aparición de complicaciones del síndrome metabólico.
Éste está reconocido como un factor de riesgo para una serie de enfermedades crónicas como la diabetes, las enfermedades cardiovasculares (ECV) y el cáncer (OMS, 2020). Dado que la aparición de estas enfermedades se asocia a menudo con un estrés oxidativo desequilibrado, se cree que las terapias basadas en antioxidantes son beneficiosas contra las complicaciones de la obesidad.