La vesícula biliar es una parte importante del sistema digestivo. La vesícula biliar ayuda a almacenar el líquido biliar producido por el hígado y a digerir las grasas. La inflamación de la vesícula biliar por determinados motivos puede provocar problemas de salud. La inflamación de la vesícula biliar se denomina colecistitis. Esta enfermedad se entiende con fuertes dolores repentinos y diversas complicaciones. Es más frecuente en personas de mediana edad y en mujeres. Se reconoce por un dolor en el ángulo superior derecho del abdomen.
¿Qué es la inflamación de la vesícula biliar (colecistitis)?
La colecistitis es una afección en la que se inflaman las paredes de la vesícula biliar, normalmente como consecuencia de la obstrucción del conducto biliar por cálculos biliares. Esto hace que el líquido biliar se acumule en la vesícula, provocando inflamación y dolor intenso.
¿Qué causa la inflamación de la vesícula biliar?
Los cálculos biliares son la causa más común de la inflamación de la vesícula biliar llamada colecistitis. Los cálculos biliares obstruyen la vesícula y el conducto biliar, el líquido biliar se acumula aquí, por lo que se produce la inflamación. Las alteraciones del contenido biliar pueden causar epilepsia. Si hay un tumor en la vesícula biliar, también puede causar inflamación. Esta enfermedad también puede observarse en personas seropositivas, con infecciones víricas o bacterianas.
Síntomas de la inflamación de la vesícula biliar
Los síntomas de la inflamación de la vesícula biliar suelen ir asociados a dolor abdominal. El dolor intenso en la parte superior derecha del abdomen puede irradiarse a la espalda y el hombro derecho. Además del dolor, también pueden producirse náuseas y vómitos. La inflamación puede provocar una temperatura corporal elevada. La piel y los ojos pueden amarillear debido a la obstrucción del flujo biliar. Puede producirse indigestión tras comidas grasas.
Diagnóstico de la inflamación de la vesícula biliar
Diagnóstico de la inflamación de la vesícula biliar
Para diagnosticar la inflamación de la vesícula biliar es necesario averiguar desde cuándo se presentan los síntomas y cómo se producen. A continuación, se realizan análisis de sangre para evaluar la función hepática. Los valores elevados de inflamación en estas pruebas facilitan el diagnóstico. Pueden utilizarse métodos de imagen como la ecografía y la resonancia magnética para visualizar la inflamación de la vesícula biliar y los cálculos.
Tratamiento de la inflamación de la vesícula biliar
Una vez diagnosticada la inflamación de la vesícula biliar, se planifica su tratamiento. En primer lugar, se inicia un tratamiento con antibióticos, ya que se trata de una enfermedad inflamatoria. La dieta se controla cuidadosamente bajo la supervisión de un médico. Si el dolor es intenso, también pueden administrarse analgésicos.
Si se trata de una enfermedad biliar muy grave o recurrente, puede recomendarse la extirpación quirúrgica de la vesícula biliar. Este procedimiento se denomina colecistectomía. En esta operación laparoscópica, la vesícula se extirpa con la ayuda de varios orificios pequeños en el abdomen. Como se realiza por método cerrado, tanto la recuperación del paciente es cómoda como la operación es fácil.
En el proceso posterior a la extirpación de la vesícula biliar, el líquido biliar se dirige directamente al duodeno, sin almacenarse en ninguna parte. El proceso funciona como antes de la operación, sin ninguna interrupción en el sistema digestivo. De hecho, la vesícula biliar no es necesaria para que el organismo funcione de forma saludable. Por lo tanto, la extirpación quirúrgica de la vesícula biliar no es un problema en el tratamiento de las enfermedades de la vesícula biliar.
Formas de prevenir la inflamación de la vesícula biliar
Para prevenir las enfermedades de la vesícula biliar, en primer lugar hay que controlar el patrón de comidas. Hay que evitar los alimentos grasos y organizar una dieta sana. El colesterol alto y los alimentos grasos pueden aumentar la formación de cálculos biliares e incrementar así el riesgo de inflamación de la vesícula biliar. Los alimentos ricos en fibra facilitan la digestión.
El ejercicio regular también es beneficioso para prevenir los cálculos biliares. Controlar el peso y mantener un peso corporal saludable es útil para prevenir los cálculos biliares y, por tanto, la inflamación de la vesícula biliar.
Teniendo en cuenta la asociación de la obesidad con las enfermedades biliares, es importante evitar la obesidad. El tabaquismo y el consumo de alcohol también tienen un efecto negativo en la salud biliar.